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¿PARA QUÉ COMEMOS Y RESPIRAMOS?

A la mayoría de los adolescentes les gusta comer y respiran sin darse cuenta, pero no saben ni por qué comen ni por qué respiran, lo que les ocasiona verdaderos problemas.
Han sido varios casos reales de este colegio lo que hizo que las profesoras de 3º ESO del Colegio Dominicas de Pamplona se dieran cuenta de la importancia de enseñar a los alumnos para qué comen y respiran.
"Era muy temprano en la mañana y mientras esperaba a los alumnos en la clase a las 8:15, escuché cómo una alumna le contaba a otra que se había desmayado en la villavesa el día anterior. Dicha alumna explicaba que no había desayunado y que tampoco había almorzado, al salir del colegio cogió la villavesa y notó que le fallaba el cuerpo, segundos después se desmayó.”
 
“El domingo me junté con un alumno en la Carrera de Saray contra el cáncer de mama. Iba con sus primo primo fumador de un paquete diario de tabaco y me contó que a los cinco minutos de empezar a correr ya no podía más, le falta el aire para respirar y hasta se sintió mareado.”
 
 
En el comedor, una alumna le contó a Maria Jesús que le habían sacado sangre hace unos días y que el médico le había dicho que tenía que comer filete de ternera, lentejas y mejillones porque le faltaba hierro. La alumna lloraba porque no le gustaban ni las lentejas ni los mejillones y no sabía qué era eso del hierro
“Estábamos bajando la cuesta de Santo Domingo cuando escuchamos que una alumna contaba a otra que su entrenador les había dicho que tenían que cenar pasta y yogur con miel después de los entrenamientos de natación para que sus músculos tuvieran más energía. No entendían por qué esos alimentos tenían más energía que una ensalada o una hamburguesa, que es lo que ellas querían cenar”
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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